viernes, 20 de junio de 2008

EL VINO

Hoy os presento esta preciosa poesía que recita Alberto Cortés y que está en consonancia con mi reflexión: ¡VIVA EL VINO...! dijo el ello. Despues de presentaros la bodeguilla es oportuna la composición. Si alguno estáis interesado/a en conocer la faceta de rapsoda de Alberto Cortes y cómo recita esta, me lo decís y os la mando.

EL VINO


Sí señor, sí señor.

El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla,
que deberían salir
cuando el hombre bebe agua.

Va buscando pecho adentro
por los silencios del alma,
y les va poniendo voces
y los va haciendo palabras.

A veces saca una pena,
que por ser pena es amarga,
sobre su palco de fuego
la pone a bailar descalza.

Baila y bailando se crece,
hasta que el vino se acaba,
y entonces…vuelve la pena
a ser silencio del alma.

Sí señor.

El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla.

Cosas que queman por dentro,
cosas que pudren el alma
de los que bajan los ojos,
de los que esconden la cara.

El vino entonces libera
la valentía encerrada
y los disfraza de machos,
como por arte de magia.

Y entonces son … “bravucones”,
hasta que el vino se acaba,
pues del matón al cobarde,
sólo media la resaca…

Sí señor.

El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla.

Cambia el prisma de las cosas
cuando más les hace falta,
a los que llevan sus culpas
como una cruz a la espalda.

La impura se piensa pura
como cuando era muchacha,
y el astado regatea
la medida de su drama…

Y todo tiene colores
de castidad simulada,
pues siempre acaban el vino
los dos, en la misma cama.

Sí, señor.

El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla.

Pero… qué lindo es el vino!
el que se bebe en la casa
del que está limpio por dentro
y tiene…tiene brillando el alma.

Que nunca le tiembla el pulso
cuando pulsa una guitarra,
que no le falta un amigo
ni noches para gastarlas,
que cuando tiene un pecado,
siempre se nota en su cara,
que bebe el vino por vino,
y bebe el agua…por agua…


Mi Bodeguilla


Bodeguilla "El Cosario". (La Bonhomía)

De nuevo con vosotros. La actividad de los últimos meses me ha apartado de mi tendencia a escribir reflexiones a debate. Antes de iniciar de nuevo mi proyecto de exposición fotográfica para este año, en la feria de mi pueblo, quiero haceros llegar el resultado del trabajo de estos meses, que me ha apartado del ordenador.

Me dediqué a hacer mi bodeguilla. Una vieja aspiración proyectada en mi casa del pueblo para solaz y disfrute con mis amigos. Aproveché una cocina con chimenea ubicada al fondo de mi patio andaluz, para convertirla en un lugar más acogedor, un lugar de encuentro donde compartir un buen rato de charla, acompañado de una copa, con música de fondo… un espacio de libertad donde se conjuga la poesía, la fotografía y el recuerdo genealógico con la conversación y el debate que permite el desarrollo de la amistad y el entendimiento.

La nominé Bodeguilla “El Cosario” en honor a mi abuelo que ejercía como tal. La subtitulé “La Bonhomía”, por pensar que la palabra implica la encantadora sencillez de la buena gente. Trabajé el diseño y la inventiva, la madera, la pintura, la fotografía, electricidad… y culminé con dos modestas poesías donde intento plasmar la esencia de esa bonhomía y algunas consideraciones para el buen uso de las instalaciones y compartir las viandas y demás elementos del yantar y beber. Todo es obra de mi esfuerzo personal, a veces imposible y entrecortado por mi déficit funcional, pero que se ha visto coronado por el éxito. Éxito que no tiene más valor que el que pueda darle yo en la búsqueda de mi autosatisfacción, que es, al fin y al cabo, la base de la felicidad personal. Por tanto, os pide clemencia para con los fallos.

Supongo que sabréis a que se dedicaban los “cosarios”. Eran personas que llevaban y traían “cosas” por encargo desde un lugar o pueblo a otro, entre los que realizaban su ruta habitualmente. Tenían, pues, el noble honor de satisfacer necesidades básicas de sus clientes en lo referente a recados, enseres, prendas y demás que pudieran encargarle. Eran servidores y/o canalizadores para resolver y satisfacer necesidades. Ahora, que estamos en un mundo de abundancia y comercialización consumista, que encuentras de todo en un sentido material, tenemos un déficit importante de bastantes “cosas” que no se cubre, el déficit relacional. Nos faltan lugares de encuentro, de conversación, de aislamiento del mundanal ruido para hacer aflorar el diálogo y el acercamiento, el entendimiento, el intercambio enriquecedor, el compartir y disfrutar de cosas de otro nivel de necesidades, escalando la pirámide que definía Maslow. Un refugio para huir del estrés del trabajo y de la presión social. Un cosario moderno, más intelectual, ha de facilitar las cosas del espíritu, de la psique, que nos eviten apartarnos del contacto humano y postrarnos ante la TV. Yo, en homenaje a mi abuelo, he querido crear ese lugar para estar con mis amigos y amigas. He querido hacer de cosario, para facilitar esas cosas tan necesarias que pivotan en torno a necesidades de orden mayor, más espiritual, psicológico o social.

Cuando me jubilé me propuse, superando poco a poco mis limitaciones, hacer frente a aquellos retos que no pude afrontar cuando el trabajo requería toda mi atención. Por tanto, he pretendido varios objetivos, además del placer de llevar a término las ideas de un proyecto de bricolage, que era un reto personal, como son:

Ocuparme en algo provechoso.
Crear un lugar de encuentro acogedor.
Tener un pequeño refugio donde buscar momentos de paz y reflexión.
Facilitar la relación social y el encuentro entre mis amigos.
Y sobre todo compartir.

Yo, desde aquí, quiero hacer llegar a mis amigos la oportunidad de compartirla conmigo, de hacer uso de esa bodeguilla en un momento dado. Solo es cuestión de ponerse de acuerdo en la fecha de la reunión. Para mí será un placer poder participar de flujo bidireccional de la interacción y el contacto e intercambio personal enriquecedor, potenciado por el buen beber y comer. Nutrientes al fin y al cabo en sus distintas dimensiones.

Colgaré unas fotos en mi página picasa:

http://picasaweb.google.com/aporrascabrera/Bodeguilla aunque arriba podéis ver como queda el invento.

Me embarga el estupor ante los hechos

  Opinión | TRIBUNA Antonio Porras Cabrera Profesor jubilado de la UMA Publicado en La Opinión de Málaga el 10 FEB 2024 7:00  ======...